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Glenda Zapata: Mortalidad y adversidad en sus obras de arte
La artista encuentra el equilibrio entre “la búsqueda existencial y filosófica y el rigor de una metodología cuasi científica” en sus piezas.
La artista encuentra el equilibrio entre “la búsqueda existencial y filosófica y el rigor de una metodología cuasi científica” en sus piezas.
Sara Zeballos Gonzales20 de junio de 2021 (00:00 h.)
https://www.opinion.com.bo/articulo/ramona/glenda-zapata-mortalidad-adversidad-obras-arte/20210619195818824048.html
Glenda Zapata es una artista boliviana que vive en Madrid. Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes. Además, cursó talleres de performance, fotografía, cine y catalogación de bienes culturales, entre otros. Se encuentra cursando Antropología Forense en el Instituto profesional de Ciencias Forenses en España y POPS, Programa Orientado a Prácticas Subalternas en Matadero, Madrid. Trabaja en diversos soportes como ser: Arte objeto, vídeo, instalación y pintura.
Ha expuesto de manera individual y colectiva tanto en Bolivia como en el extranjero. Algunas de sus participaciones más importantes son: El primer encuentro mundial de jóvenes artistas (donde representó a Bolivia), WEYA en Nottingham-Inglaterra, su primera exposición individual “Anamnesis” en la casa Rosada, Santiago de Chile, “Semblanza” en OKK, Berlín, Alemania, así como otras varias exposiciones en Ecuador, Colombia, Italia, España y Argentina.
Zapata decidió trasladarse a Europa después de conocer a Teresa Margolles, una artista que admira mucho, en 2017. “Le muestro mi trabajo y me invita a Madrid para exponer en un espacio autogestionado que tiene ella”, comenta. Después de eso fue a Berlín también a exponer y regresó a Bolivia. Fue entonces que se planteó migrar. “Esto lo he hecho porque ya era hora de conocer nuevas culturas, nuevos países, nuevos pensamientos. Entonces decido mudarme a Madrid porque España ha sido muy amable conmigo”, narra Zapata.
La mortalidad es la línea principal que sigue Zapata en su trabajo, pero también aborda otros tópicos vinculados: “Mi búsqueda artística considera los contextos culturales, rituales y emocionales de la experiencia de la muerte y de las personas que se encuentran en situaciones adversas, ahondo en sus causas y consecuencias para visualizar desde la materialidad más elemental el carácter transitorio de la existencia”. Glenda relata una anécdota sobre su primer encuentro con este tema. “La primera vez que esto me causó algo fue cuando un profesor de sociología nos mandó a la morgue a los 14 años para investigar la taza de mortalidad en Bolivia (…) Fue un encuentro con la muerte muy violento. A partir de ahí me hace un ‘clic’ en la cabeza para la eternidad”, cuenta la artista.
Al ser ella misma una boliviana viviendo en el extranjero, la migración es un tema que se toca a menudo en sus obras. Es el caso de “Pánico”, la exposición individual más reciente de Zapata. “Esa exposición se ha gestado aquí. Yo estaba trabajando con mujeres migrantes bolivianas y que ellas cuenten su historia de migración a una cronista española. Cuando en el periódico no había fotografía aun, la imagen era del cronista y como él se imaginaba. Entonces estábamos haciendo exactamente lo mismo: Esta persona española cómo se imagina Bolivia a través de las historias”. Pero este concepto dio un giro, porque todas las mujeres entrevistadas salieron de Bolivia para huir de violencia machista. “Son historias muy violentas. Imagínate, ni si quiera te puedes cambiar de casa o cambiar de ciudad. Tienes que cambiar de continente escapando de una violencia tan dura”, afirma Zapata. El proceso de crear estas obras también reflejó la intimidad del trabajo. “Aquí nos hemos hermanado, nos hemos encontrado y han ido saliendo estas realidades tan difíciles que nos da vergüenza contar, cuando a los que debería darles vergüenza es a los perpetradores de todo esto”, comenta la artista.
Otra de sus exposiciones habla de la problemática de la repatriación del cuerpo cuando un boliviano fallece en el extranjero. Zapata comenta que la primera vez que fue a España (2007), ella tenía un proyecto. “Yo estaba pidiendo una ley de repatriación gratuita en inmediata”, afirma. Esto debido a que, en tal caso, los costos para la familia del fallecido “están entre 7.000 y 8.000 euros”, asevera la artista. El último paso que Glenda debía seguir es ir a la cancillería. En esta institución le dicen que esta ley ya existía desde el 2005, es la 3108. Entonces, Zapata se puso a investigar por qué los bolivianos no recurrían a esta ley. Así, se topó con varios testimonios. “Me contaron historias terribles, como que tenían que mandar el cuerpo por pedazos. Muy duro”, cuenta Glenda. Así nace “El silencio del porcino”. La exposición cuenta con la ley 3108 impresa y puesta en la pared. La ley se ve reflejada en la sangre de cerdo que está en el piso mientras es posible escuchar los audios de las entrevistas a bolivianos que han tenido que pasar por el proceso de repatriar a un familiar fallecido.
En 2017 expone nuevamente. La exhibición se titula “Conmemoración a todas las Impunitas”. Esta vez, la obra era exhibida en un bar “al estilo periferia boliviana. Con Huayños, serpentinas, todo”. La artista cuenta que “La gente bebía y bebía. Entonces nadie sabía dónde estaba la pieza. Pero la pieza estaba en la música”. Sucede que, Glenda compuso canciones con base en feminicidios y violaciones que sacó de los periódicos de Bolivia. “Entonces la gente escuchaba los huayños, pero están con las noticias estas que son atroces (…). Esa era la pieza, todo el mundo bailando muy lindo y ahí está la perversidad de la obra. Esa es la violencia normalizada que vivimos en nuestro país”.
Glenda Zapata ha sido premiada recientemente por “Caja de Resistencias”. Este es un proyecto “iniciado por la Fundación Daniel y Nina Carasso a principios de 2021 en el marco del Plan de Recuperación de la Fundación, en colaboración con la asociación ‘hablarenarte’”. El premio es un apoyo al arte. Zapata se siente muy contenta y honrada con esta premiación porque “En primera instancia, eran artistas los que te nominaban y después el comité, que daba el último veredicto, eran personas muy importantes. Eran el director del Instituto Cervantes, la directora del Centro Botín, la directora del CA2M y la directora Academia de España en Roma”, finaliza Zapata.
Ha expuesto de manera individual y colectiva tanto en Bolivia como en el extranjero. Algunas de sus participaciones más importantes son: El primer encuentro mundial de jóvenes artistas (donde representó a Bolivia), WEYA en Nottingham-Inglaterra, su primera exposición individual “Anamnesis” en la casa Rosada, Santiago de Chile, “Semblanza” en OKK, Berlín, Alemania, así como otras varias exposiciones en Ecuador, Colombia, Italia, España y Argentina.
Zapata decidió trasladarse a Europa después de conocer a Teresa Margolles, una artista que admira mucho, en 2017. “Le muestro mi trabajo y me invita a Madrid para exponer en un espacio autogestionado que tiene ella”, comenta. Después de eso fue a Berlín también a exponer y regresó a Bolivia. Fue entonces que se planteó migrar. “Esto lo he hecho porque ya era hora de conocer nuevas culturas, nuevos países, nuevos pensamientos. Entonces decido mudarme a Madrid porque España ha sido muy amable conmigo”, narra Zapata.
La mortalidad es la línea principal que sigue Zapata en su trabajo, pero también aborda otros tópicos vinculados: “Mi búsqueda artística considera los contextos culturales, rituales y emocionales de la experiencia de la muerte y de las personas que se encuentran en situaciones adversas, ahondo en sus causas y consecuencias para visualizar desde la materialidad más elemental el carácter transitorio de la existencia”. Glenda relata una anécdota sobre su primer encuentro con este tema. “La primera vez que esto me causó algo fue cuando un profesor de sociología nos mandó a la morgue a los 14 años para investigar la taza de mortalidad en Bolivia (…) Fue un encuentro con la muerte muy violento. A partir de ahí me hace un ‘clic’ en la cabeza para la eternidad”, cuenta la artista.
Al ser ella misma una boliviana viviendo en el extranjero, la migración es un tema que se toca a menudo en sus obras. Es el caso de “Pánico”, la exposición individual más reciente de Zapata. “Esa exposición se ha gestado aquí. Yo estaba trabajando con mujeres migrantes bolivianas y que ellas cuenten su historia de migración a una cronista española. Cuando en el periódico no había fotografía aun, la imagen era del cronista y como él se imaginaba. Entonces estábamos haciendo exactamente lo mismo: Esta persona española cómo se imagina Bolivia a través de las historias”. Pero este concepto dio un giro, porque todas las mujeres entrevistadas salieron de Bolivia para huir de violencia machista. “Son historias muy violentas. Imagínate, ni si quiera te puedes cambiar de casa o cambiar de ciudad. Tienes que cambiar de continente escapando de una violencia tan dura”, afirma Zapata. El proceso de crear estas obras también reflejó la intimidad del trabajo. “Aquí nos hemos hermanado, nos hemos encontrado y han ido saliendo estas realidades tan difíciles que nos da vergüenza contar, cuando a los que debería darles vergüenza es a los perpetradores de todo esto”, comenta la artista.
Otra de sus exposiciones habla de la problemática de la repatriación del cuerpo cuando un boliviano fallece en el extranjero. Zapata comenta que la primera vez que fue a España (2007), ella tenía un proyecto. “Yo estaba pidiendo una ley de repatriación gratuita en inmediata”, afirma. Esto debido a que, en tal caso, los costos para la familia del fallecido “están entre 7.000 y 8.000 euros”, asevera la artista. El último paso que Glenda debía seguir es ir a la cancillería. En esta institución le dicen que esta ley ya existía desde el 2005, es la 3108. Entonces, Zapata se puso a investigar por qué los bolivianos no recurrían a esta ley. Así, se topó con varios testimonios. “Me contaron historias terribles, como que tenían que mandar el cuerpo por pedazos. Muy duro”, cuenta Glenda. Así nace “El silencio del porcino”. La exposición cuenta con la ley 3108 impresa y puesta en la pared. La ley se ve reflejada en la sangre de cerdo que está en el piso mientras es posible escuchar los audios de las entrevistas a bolivianos que han tenido que pasar por el proceso de repatriar a un familiar fallecido.
En 2017 expone nuevamente. La exhibición se titula “Conmemoración a todas las Impunitas”. Esta vez, la obra era exhibida en un bar “al estilo periferia boliviana. Con Huayños, serpentinas, todo”. La artista cuenta que “La gente bebía y bebía. Entonces nadie sabía dónde estaba la pieza. Pero la pieza estaba en la música”. Sucede que, Glenda compuso canciones con base en feminicidios y violaciones que sacó de los periódicos de Bolivia. “Entonces la gente escuchaba los huayños, pero están con las noticias estas que son atroces (…). Esa era la pieza, todo el mundo bailando muy lindo y ahí está la perversidad de la obra. Esa es la violencia normalizada que vivimos en nuestro país”.
Glenda Zapata ha sido premiada recientemente por “Caja de Resistencias”. Este es un proyecto “iniciado por la Fundación Daniel y Nina Carasso a principios de 2021 en el marco del Plan de Recuperación de la Fundación, en colaboración con la asociación ‘hablarenarte’”. El premio es un apoyo al arte. Zapata se siente muy contenta y honrada con esta premiación porque “En primera instancia, eran artistas los que te nominaban y después el comité, que daba el último veredicto, eran personas muy importantes. Eran el director del Instituto Cervantes, la directora del Centro Botín, la directora del CA2M y la directora Academia de España en Roma”, finaliza Zapata.
EL ARTE SE RINDE ANTE LA MUERTE
Enviado por diego.ponce el Dom, 11/09/2016 - 12:51
Enviado por diego.ponce el Dom, 11/09/2016 - 12:51
Reportajes:
Jackeline Rojas Heredia
Jackeline Rojas Heredia
Con la muestra Enmienda, la artista Glenda Zapata busca “hacer las paces“ con los seres vivos que ya no están en el plano terrenal. Muchos, según la artista, sufren en una especie de inframundo y a través de darles una despedida, sepultura digna, rendirles un honor, se les ayuda a irse por completo.
Caminaba entre su obra como un ser ausente, vestía de negro. Al mirarla se sabe que es la creadora de ese arte tan inusual. Notó que había vida tras ella y no fue necesario más para iniciar el recorrido por su obra mientras explicó el motivo que la llevó a imaginarla, crearla y montarla en el Espacio Simón I. Patiño de la ciudad de La Paz.
La muerte es la razón, la muerte que camina junto a cada ser vivo, esa silenciosa o ruidosa, como sea, es la temida y la ignorada. Y de repente la memoria, a la par de la explicación sobre cada obra, abre paso a las escenas de filmes: The Sixth Sense (Sexto sentido) dirigida por M.Night Shyamalan, con Bruce Willis y Haley Hoel Osment. Este último personaje es un niño en permanente comunicación con los muertos o con lo que queda de ellos. What dreams may come (Más allá de los Sueños), filme de Vincent Ward con el desaparecido Robin Williams. Por último y supuestamente más escalofriante: The Walking Dead (Los muertos que caminan), cómic que se hizo filme y luego serie de televisión. Son algunas de las producciones que giran en torno a la muerte.
La exposición Enmienda, de Glenda Zapata, tiene una mezcla de elementos similares en los filmes mencionados y más aún conceptualizados en misticismos, diversas creencias religiosas, cosmologías y demás. El diálogo con los espíritus no es un tema fácil de abordar. Pese al reconocimiento de Bolivia como país laico y pluricultural, se habla de personas con el don, pero algunas son aisladas de la sociedad, consideradas como personas a quienes se les voló algún chip de la cabeza.
Glenda Zapata ha profundizado el tema mortuorio y halló que de enero a la fecha fueron hallados en basurales 58 fetos de niños, ella les rinde homenaje sobre la base conceptual del IChing, libro de las mutaciones (Obra china creada en la dinastía Zhou, de procedencia taoísta, cosmogónica, filosófica, explica, entre otras cosas, el significado de los números). Zapata dice que en el Iching el 58 quiere decir: “aguas de alegría y de paz”, de esa manera, ella les da un nombre numerológico y les hace honor a través de una obra que integra 58 bolsitas de miel. “Es mi ofrenda para ellos. Quiero sacarlos a la luz, para mí es un proceso muy duro. Al adentrarme, siento todas las catacumbas del inframundo. “Es increíble estar en esta ciudad. Yo veo que como siempre se da la espalda a la muerte, las noticias de corte amarillista siempre te muestran la muerte sin respeto. Esto es como reflejo de lo que es la especie humana, ¿Cómo vemos al otro?”, se pregunta con un dejo de pena y decepción.
La obra de la artista, que permanecerá abierta hasta el 28 del presente mes, presenta de entrada un tótem, una especie de altar, mezcla de vigilante, cuya imagen impresiona y sobrecoge. Zapata explicó: “Es el comandante de la exposición, tiene una cabeza de vaca, búfalo y buey, principio femenino y masculino, se llama Jasaká, palabra en hebreo que quiere decir que todo lo que tú haces tres veces, está concreto, por eso tiene tres cabezas”, afirmó.
Otra obra que parece trasladar al espectador de golpe al ambiente de la calle de las Brujas, en la ciudad de La Paz, titula: Abrazo del germen, compuesta por sullus, fetos de llama que están dispuestos en espiral de Jiwanachi. Y nuevamente la artista comentó lo que quiso decir con ese montaje, “una espiral que integra todo el universo y que tiene la armonía de las cosas, y con esto utópicamente los estoy devolviendo al vientre. Antes aquí las ofrendas que se hacían eran con la grasa de la llama mezclada con ciertas hierbas, eso era la ofrenda, entonces viene el español y dice usemos los fetos de verdad. Lo que quiero decir que la matanza de fetos es una costumbre colonizada. A mí me apena mucho que sigamos con eso, siendo que un camélido solo da una cría, puedes ver del tamaño más pequeño al más grande y esta obra la voy a enterrar en un lugar específico para que siga su propio proceso biológico”, aseguró. Sin embargo, la obra que causa mayor impacto es la que lleva el título de CN.
Previamente, la artista mostró una placa que resume varias, una especie de collage de placas que alguna vez formaron parte de lápidas y comentó que en el cementerio general los muertos solo pueden estar 3 años. “Hay mucha demanda, les llega 12 muertos por día, en época alta son 25 por día, en invierno, porque ahí mueren ancianos y niños.Luego los incineran y te dan el muerto, y si no pagaste, sacan ya los restos y a la fosa común”, contó. Y continuó su explicación “Esto es para ellos. Las placas están echas de plomo, son 2 kilos de plomo. Le hice una tirada al agua, como el estaño de donde sale el oro. Porque en alquimia se buscaba transformar los elementos en oro. Comprobé que sí se puede hacer, siempre que uno logré contar con un acelerador de partículas, el plomo puede transformarse en oro, pero en muy poca cantidad, pero sale, esa es la transmutación del lenguaje, y para mí es la representación de cómo estos seres están transmutando ¿No?”, hace una mueca a modo de sonrisa mientras sus ojos miel contrastan con la oscuridad que se expresa en su vestimenta. Y si la nota estimuló su curiosidad solo se debe averiguar que representa o en qué consiste la obra CN, la más fuerte y tétrica entre todas.
Caminaba entre su obra como un ser ausente, vestía de negro. Al mirarla se sabe que es la creadora de ese arte tan inusual. Notó que había vida tras ella y no fue necesario más para iniciar el recorrido por su obra mientras explicó el motivo que la llevó a imaginarla, crearla y montarla en el Espacio Simón I. Patiño de la ciudad de La Paz.
La muerte es la razón, la muerte que camina junto a cada ser vivo, esa silenciosa o ruidosa, como sea, es la temida y la ignorada. Y de repente la memoria, a la par de la explicación sobre cada obra, abre paso a las escenas de filmes: The Sixth Sense (Sexto sentido) dirigida por M.Night Shyamalan, con Bruce Willis y Haley Hoel Osment. Este último personaje es un niño en permanente comunicación con los muertos o con lo que queda de ellos. What dreams may come (Más allá de los Sueños), filme de Vincent Ward con el desaparecido Robin Williams. Por último y supuestamente más escalofriante: The Walking Dead (Los muertos que caminan), cómic que se hizo filme y luego serie de televisión. Son algunas de las producciones que giran en torno a la muerte.
La exposición Enmienda, de Glenda Zapata, tiene una mezcla de elementos similares en los filmes mencionados y más aún conceptualizados en misticismos, diversas creencias religiosas, cosmologías y demás. El diálogo con los espíritus no es un tema fácil de abordar. Pese al reconocimiento de Bolivia como país laico y pluricultural, se habla de personas con el don, pero algunas son aisladas de la sociedad, consideradas como personas a quienes se les voló algún chip de la cabeza.
Glenda Zapata ha profundizado el tema mortuorio y halló que de enero a la fecha fueron hallados en basurales 58 fetos de niños, ella les rinde homenaje sobre la base conceptual del IChing, libro de las mutaciones (Obra china creada en la dinastía Zhou, de procedencia taoísta, cosmogónica, filosófica, explica, entre otras cosas, el significado de los números). Zapata dice que en el Iching el 58 quiere decir: “aguas de alegría y de paz”, de esa manera, ella les da un nombre numerológico y les hace honor a través de una obra que integra 58 bolsitas de miel. “Es mi ofrenda para ellos. Quiero sacarlos a la luz, para mí es un proceso muy duro. Al adentrarme, siento todas las catacumbas del inframundo. “Es increíble estar en esta ciudad. Yo veo que como siempre se da la espalda a la muerte, las noticias de corte amarillista siempre te muestran la muerte sin respeto. Esto es como reflejo de lo que es la especie humana, ¿Cómo vemos al otro?”, se pregunta con un dejo de pena y decepción.
La obra de la artista, que permanecerá abierta hasta el 28 del presente mes, presenta de entrada un tótem, una especie de altar, mezcla de vigilante, cuya imagen impresiona y sobrecoge. Zapata explicó: “Es el comandante de la exposición, tiene una cabeza de vaca, búfalo y buey, principio femenino y masculino, se llama Jasaká, palabra en hebreo que quiere decir que todo lo que tú haces tres veces, está concreto, por eso tiene tres cabezas”, afirmó.
Otra obra que parece trasladar al espectador de golpe al ambiente de la calle de las Brujas, en la ciudad de La Paz, titula: Abrazo del germen, compuesta por sullus, fetos de llama que están dispuestos en espiral de Jiwanachi. Y nuevamente la artista comentó lo que quiso decir con ese montaje, “una espiral que integra todo el universo y que tiene la armonía de las cosas, y con esto utópicamente los estoy devolviendo al vientre. Antes aquí las ofrendas que se hacían eran con la grasa de la llama mezclada con ciertas hierbas, eso era la ofrenda, entonces viene el español y dice usemos los fetos de verdad. Lo que quiero decir que la matanza de fetos es una costumbre colonizada. A mí me apena mucho que sigamos con eso, siendo que un camélido solo da una cría, puedes ver del tamaño más pequeño al más grande y esta obra la voy a enterrar en un lugar específico para que siga su propio proceso biológico”, aseguró. Sin embargo, la obra que causa mayor impacto es la que lleva el título de CN.
Previamente, la artista mostró una placa que resume varias, una especie de collage de placas que alguna vez formaron parte de lápidas y comentó que en el cementerio general los muertos solo pueden estar 3 años. “Hay mucha demanda, les llega 12 muertos por día, en época alta son 25 por día, en invierno, porque ahí mueren ancianos y niños.Luego los incineran y te dan el muerto, y si no pagaste, sacan ya los restos y a la fosa común”, contó. Y continuó su explicación “Esto es para ellos. Las placas están echas de plomo, son 2 kilos de plomo. Le hice una tirada al agua, como el estaño de donde sale el oro. Porque en alquimia se buscaba transformar los elementos en oro. Comprobé que sí se puede hacer, siempre que uno logré contar con un acelerador de partículas, el plomo puede transformarse en oro, pero en muy poca cantidad, pero sale, esa es la transmutación del lenguaje, y para mí es la representación de cómo estos seres están transmutando ¿No?”, hace una mueca a modo de sonrisa mientras sus ojos miel contrastan con la oscuridad que se expresa en su vestimenta. Y si la nota estimuló su curiosidad solo se debe averiguar que representa o en qué consiste la obra CN, la más fuerte y tétrica entre todas.
REFERENCIA: http://www.cambio.bo/?q=node%2F13479
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VIDEO DE LA VISITA GUIADA A LA EXPOSICIÓN PÁNICO DE GLENDA ZAPATA EN LA GALERIA FREIJO DE MADRID (2020)
Glenda Zapata CONART 2014: issuu.com/martadero/docs/glendazpataissuu